Cuando sale la reclusa, Fred Vargas

Decidí leer este libro tras conocerse el fallo del jurado que otorga el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Me sorprendió que se eligiera a una autora extranjera, y busqué en Internet el tema y el tratamiento que da Vargas a la investigación policíaca. Así conocí al comisario Adamsbert, un investigador y jefe de equipo original y especialmente bien caracterizado. Nada más empezar se encuentra el lector con referencias a otras entregas de la misma autora y el mismo personaje, que seguramente limitan algo la comprensión pero que no son imprescindibles para disfrutar de la lectura.
Adamsbert se encuentra en Islandia cuando suceden dos acontecimientos: una oveja machaca con su pezuña el móvil del policía y le llega la noticia de que su presencia es requerida a la mayor brevedad posible en la brigada de París. Tras solucionar «sin despeinarse» el caso que ocupaba a su comisaría, Adamsbert se interesa por un caso de acoso y, al comienzo de forma indirecta, por una noticia acerca de dos muertes por picadura de araña reclusa en el sur de Francia. A partir de ahí, la intuición del comisario, sus dotes de liderazgo en una brigada dividida y el trabajo de sus colaboradores se combinan con circunstancias externas poco favorables para intentar solucionar lo que, con el tiempo, va convirtiéndose en un caso criminal de gran envergadura.
El libro se lee con agilidad, las pistas se van sucediendo de forma orgánica y la autora no engaña al lector ocultando informaciones que resultan imprescindibles para solucionar el caso. Esa sintonía entre la mente del investigador y la perspicacia del lector es una de las claves de una buena novela policíaca.
Muy recomendable, y deja sabor a más.

Esta entrada ha sido publicada en Novela y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta