Lejos del corazón, Lorenzo Silva

Nueva entrega, la decimoprimera, de la saga de los dos guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, ahora ya subteniente y sargento primero respectivamente. Mientras el principal protagonista y narrador asiste a la jura de bandera de su hijo, que ha decidido seguir las huellas de su padre en la Benemérita, recibe una llamada de la central, en la que se le asigna un nuevo caso. Se trata de la desaparición y supuesto secuestro de un joven informático en la zona del Campo de Gibraltar. Una vez montado el operativo, van recogiendo informaciones y testimonios, van descartando y perfilando sospechosos y, como es ya habitual en esta serie de novelas, van filosofando acerca de la criminalidad, los criminales y lo que la vida ofrece a personas de todo tipo y calaña en nuestra sociedad.
No voy a entrar en detalles, pero los tiros van esta vez por la cibercriminalidad. Cobros ocultos mediante Apps, Phising, robo de identidades, y, como instrumento y en parte como modelo de negocio ilegal, las criptomonedas, comenzando con los bitcoins.
El tratamiento literario es el acostumbrado, el ritmo de acción previsible, con el acelerón final y una escena de persecución de narcobarcos en el Estrecho. Al igual que los dos o tres últimos casos de la pareja de guardianes de la ley, el tono de las reflexiones de Rubén Bevilacqua es predominantemente negativo. En su estimación del entorno criminal del secuestrado, a un compañero de cuerpo y antiguo combatiente en la lucha contra la ETA junto a nuestro héroe se le escapa un: ¡Al menos aquellos creían en algo! Más negativo no puede ser su juicio de los nuevos delincuentes.
De todos modos, la novela es interesante, también por la descripción de La Línea y los lugares cercanos, que recuerdan al Lejano Oeste por la ausencia casi total de legalidad.

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