Precioso relato de Mercedes Salisachs centrado en la reina consorte Victoria Eugenia, quien narra el texto en primera persona. Después de su exilio en 1931, Victoria Eugenia volvió a España en febrero de 1968 para asistir al bautizo de Felipe, el actual Príncipe de Asturias, amparándose en un permiso de Franco, que accedió solamente a condición de que se tratara de una estancia privada, no oficial.
La narración comienza con los preparativos del viaje en España, acompañada de una dama de honor y dos doncellas privadas, y va alternando el relato de esos cinco días en Madrid con los recuerdos que la ligan a España y a Alfonso XIII. La perspectiva elegida condiciona la narración y la valoración de los acontecimientos más importantes de su vida, como la búsqueda de un príncipe, su relación con el joven Alfonso y con su madre, la regente, la conversión al catolicismo y las consecuencias que ello tuvo en sus relaciones con su familia inglesa, la vida como reina, sus actividades benéficas, incluyendo los comienzos de una sanidad pública, y los últimos años anteriores a la segunda república, incluyendo la guerra de África y la dictadura de Primo de Rivera, hasta el exilio en 1931. Los años siguientes, hasta la muerte de Alfonso XIII en Roma en 1941, relatan los dramas familiares: las infidelidades del rey, los hijos, con dos hemofílicos y otro, Jaime, sordo a consecuencia de una infección, y su relación con los duques de Lécera.
Salisachs es monárquica y católica y no lo oculta. Lamento no saber más historia para opinar acerca de la subjetividad de los hechos narrados