Curiosa novela, en la que se aprecia más la mano del periodista que la del escritor. La referencia a J.J. Benítez en la dedicatoria dice mucho del contenido del libro. La base del libro son acontecimientos históricos bastante documentados bajo el reinado de Felipe IV, una época especialmente apreciada por los novelistas españoles actuales. La actividad misionera de los franciscanos en Nuevo Méjico y una misión concreta, denominada Isleta, son el objeto recurrente de los sueños de una joven norteamericana que tomó parte como conejillo de indias en un programa de investigación del ejército norteamericano. En el curso de la novela se suman a sus sueños un franciscano y una mística de un convento en la provincia de Soria. A muchos miles de kilómetros, en Italia, conocemos a un monseñor que dirige junto con otros tres especialistas un programa secreto del Vaticano. La tercera trama es un periodista, que se ve enfrentado a acontecimientos aparentemente inexplicables.
Las referencias históricas, bastante exactas, según nuestros conocimientos actuales, se mezclan con los hechos de la novela y con unos extraños personajes que van cobrando protagonismo a lo largo de la novela y que dejan el final abierto. Al libro no le falta intriga pero, en definitiva, decepciona algo en la «traca» final.