Sin fallos, Lee Child


Esta novela de la serie Jack Reacher (la número 14) nos muestra nuevas facetas de la vida de Jack y de su hermano Joe, fallecido algún tiempo atrás. Como de costumbre, la novela comienza con el ex-policía militar de viaje por los Estados Unidos. Esta vez ha llegado a la costa este, cerca del mar, cuando se entromete en una causa ajena, como acostumbra: una pareja de músicos corre riesgo de ser engañada por el propietario de un bar. Jack habla con el responsable, quien a su vez envía dos matones para ahuyentarle. Un error, como ya sabemos. Poco después, Jack recibe una oferta del equipo del Servicio Secreto que protege al vicepresidente electo: el político ha recibido amenazas, y la jefa del equipo quiere que sea el hermano de Joe quien ayude. A partir de ahí somos testigos de la formación de un equipo, de la búsqueda de indicios, de algún trágico suceso y de la habilidad de Jack para pensar fuera de los esquemas habituales para encontrar a los culpables.
Algunos elementos son comunes a todas las entregas de esta serie de novelas: la documentación precisa, con descripciones muy detalladas de la geografía estadounidense, la idiosincrasia de Jack, que no acepta ningún tipo de vínculo duradero, que no deja ningún cabo suelto y que no teme correr riesgos para alcanzar los objetivos que se ha propuesto.
Como ya comenté en otras entradas, estos libros son ideales para relajarse en la lectura después de «luchar» contra una obra más densa o más problemática. La traducción no es ninguna maravilla, pero se deja leer.

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