Unorthodox, Deborah Feldman


Es bastante significativo que la primera edición en español de este libro lleve como portada la imagen publicitaria de Netflix, si bien la serie de cuatro episodios con este mismo título solo está orientada, pero no se basa realmente en la novela autobiográfica de Deborah Feldman. La novela, lanzada con gran aparato publicitario, al igual que la serie más adelante, constituyó la base que permitió a la autora independizarse de su comunidad religiosa, a pesar de tener solamente 24 años y carecer de educación y experiencia.
Ante todo es preciso decir que la novela es un testimonio autobiográfico de la autora. De forma similar a «Una educación» de Tara Westover (reseñado también en este blog) y de otros libros de este tipo, la autora describe su niñez en un ambiente religioso opresivo, su decisión de liberarse del mismo, con las dificultades de todo tipo que eso conlleva, y la parte para mí más interesante, la justificación interna, que recorre distintas etapas a lo largo de su vida.
Como todo testimonio, merece respeto y, pese a la subjetividad inherente a cualquier autobiografía, una buena dosis de credibilidad. La comunidad judía jasídica satmar en el barrio de Williamsburg en Nueva York es bien conocida. Sus integrantes, originarios de las comunidades judías europeas, tanto en Alemania como en otros países, o descendientes de estos, fundaron esta comunidad huyendo del holocausto. Muchos de ellos, incluso hoy en día, eran o son supervivientes de los campos de concentración. La estructura judaica basada en el Talmud y en la enseñanza de algunos rabinos es lo que hoy en día se suele llamar «ultra-ortodoxa» o bien, simplificando, una «secta». Una particularidad de muchas corrientes judaicas hoy en día (al igual que hace 20 siglos) es la acumulación de mandamientos, prohibiciones y tradiciones, unida a una cultura de control mutuo y delación. El lector desarrolla desde el comienzo empatía por la protagonista, educada por sus abuelos debido a que su madre abandonó la comunidad jasídica poco después del nacimiento de Deborah, y su padre no puede ocuparse de ella, pues adolece de retraso mental y alcoholismo. Esto explica en parte las dificultades afectivas de que habla la autora, no solo en el matrimonio concertado por sus padres, sino también frente a sus parientes y, al menos al comienzo, frente a su propio hijo.
La autora afirma que escribió la mayor parte de la autobiografía en muy poco tiempo. En realidad puede apreciarse una gran diferencia entre los primeros capítulos y los finales, incluyendo el epílogo y el posfacio. Feldman no intenta ocultar las contradicciones que encuentra en su propio pensamiento, en su fe y en sus aspiraciones. El estilo es lineal y sencillo y se lee con agilidad.
Me parece un libro interesante, que hay que leer rechazando la tendencia innata a juzgar, tanto a la protagonista como a su entorno.

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