Luna azul, Lee Child


La serie de novelas de Lee Child con Jack Reacher como protagonista es ideal como lectura intermedia entre obras de más envergadura. Esto no debe ser una minusvaloración. El género de novela policíaca de acción es tan legítimo como cualquier otro, y Child consigue en cada una de sus entregas generar una trama diferente conservando los rasgos básicos de Reacher, antiguo policía militar que recorre los Estados Unidos sin un destino claro a modo de caballero andante, desfaciendo entuertos y matando dragones. En algunas novelas narra en primera persona, en otras el relato es en tercera persona. Pero en todos los casos se sigue bien el curso de los pensamientos de Reacher: los malos se merecen su castigo, y los buenos una recompensa.
En Luna azul, Reacher viaja en un autobús, y observa que otro de los pasajeros, un anciano, está a punto de sufrir un robo. En consecuencia, se baja en una ciudad que no conoce, de medio millón de habitantes, salva a la posible víctima y le ayuda a llegar a su casa. Una vez ahí se implica en una trama de bandas criminales albanas y ucranianas, se compadece de la hija del anciano, enferma de cáncer, a quien el fundador de una start-up ha dejado en la ruina y sin seguro de enfermedad, y decide que no se pueden dejar así las cosas.
Como de costumbre, las artes marciales y militares de Reacher escenifican la mayor parte de la acción, los malos son suficientemente malos para que la actuación del expolicía militar parezca justificada y la narración no contiene otras consideraciones de tipo ético o filosófico. El ritmo de la trama es uno de los puntos fuertes de las novelas de Child. Resulta realmente difícil dejar el libro a un lado hasta llegar al final, en el que, inevitablemente, Jack Reacher abandona el escenario en busca de nuevos molinos y gigantes.

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