Konets, César Pérez-Gellida

La última entrega de la «octología» de César Pérez-Gellida tenía que leerla por obligación, después de haber leído con mayor o menor disfrute las siete anteriores. Lo que comenzó con una novela negra más o menos convencional y un policía pelirrojo, que hace un cameo en esta última novela, evolucionó como estudio psicológico acerca de un criminal y comenzó a enredarse con la Congregación de los Hombres Puros y Khimera, nos lleva en esta última novela a una distopia pesimista, en la que aparecen de nuevo personajes conocidos como Erika Lopetegui (si bien con una nueva identidad, y ya curada de sus depresiones), el comisario Sancho, ahora en la Interpol, el hijo del criminal y psicópata de las primeras novelas y otros personajes, más o menos relevantes.

La novela transcurre en dos franjas temporales, antes y después de la Guerra de Devastación Global, relacionadas entre sí por los protagonistas. La visión distópica de la humanidad se expresa por boca de los «duendes», seres deformes que pueblan una parte de Africa, y por la omnipotencia de la informática, reflejada en la Lupa, el sistema cibernético que controla prácticamente todo, y que podría provocar un caos absoluto en caso de faltar. En la novela aparecen líneas que desaparecen de nuevo y que, en principio, podrían haber seguido desarrollándose.

El autor anuncia para finales de 2018 una nueva línea de escritura, sin especificarla. No le falta oficio ni imaginación. Esperemos lo mejor.

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