Cuando llega la luz, Clara Sánchez

Este libro asume la narración ahí donde finaliza «Lo que esconde tu nombre», con una solución de continuidad de unos años. Los dos protagonistas, la joven Sandra, ahora madre de un niño de un año, y Julián, octogenario cazanazis, superviviente de un campo de concentración, vuelven a encontrarse en circunstancias inquietantes. Julián sigue la pista a Aribert Heim, conocido como «el carnicero de Mauthausen» y a Otto Skorzeny, organizador de logística de guerra del III Reich, que pasó por España antes de exiliarse definitivamente en la Argentina de Perón. Sandra recibe una comunicación de un desconocido, en la que se le conmina a dar a conocer el paradero de Julián.
Sandra, que reside habitualmente en Madrid, emprende un viaje a la costa del Mediterráneo con el padre de su hijo. A partir de ahí, la situación se va complicando, va siendo cada vez más amenazadora y conduce a un desenlace previsible pero sorprendente por su brevedad y, como guiño al autor, una frase que podría anunciar una tercera entrega.
La novela no es aburrida, pero tampoco consigue captar la atención del lector que, como en mi caso, espera llegar al final de alguna manera. Los personajes no son muy creíbles. El intento de la autora de describir la angustia de dos padres ante el peligro a que está sometido su hijo, demasiado transparente, hasta casi grotesco. Y el recurso final, poco conforme con la épica general del libro.
En definitiva, que no voy a leer la tercera parte si sale a las librerías.

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