Los hombres lloran solos, José María Gironella

Gironella escribió entre 1953 y 1966 su famosa trilogía sobre la Guerra Civil (Los cipreses creen en Dios, Un millón de muertos y Ha estallado la paz). Esta obra fue uno de los primeros relatos que dan una visión algo más imparcial de la contienda y de la situación en la sociedad española durante aquellos años. Desde el punto de vista histórico, los libros contienen algunas imprecisiones, resultantes de la perspectiva de las décadas en que fueron escritos. Como novela son válidos y, en parte, modernos y actuales. Los dos primeros son muy útiles para entender cómo un país entero pudo entregarse a la locura de la revolución y la guerra. El tercero ayuda a entender mejor las cuatro décadas de dictadura. Aunque en este tomo «pasan» menos cosas, la novela conserva un buen ritmo, al compás de la situación en Europa y en todo el mundo entre 1939 y 1942.
En esta cuarta entrega, escrita mucho después (1983 a 1985), se notan diferencias. Es la época del extraperlo, del tráfico de influencias, de la pérdida de poder de la Falange, del retorno de algunos “rojos”, de la organización de los demás en el exilio, cada vez con menos coherencia y menos esperanzas de recuperar el poder. Como en los tres primeros tomos, Gironella centra el relato en la familia Alvear (Matías, Carmen y sus hijos), así como en los amigos y conocidos de ambos en la sociedad gerundense. El reencuentro con estas personas vivifica algo un relato que, en definitiva, resulta algo pesado. Llama la atención una de las características de Gironella en sus libros: el cariño que les tiene a todos sus personajes. Algo que se echa de menos en algunos autores modernos.
En definitiva, puede ser recomendable para los que conocen ya los tres primeros tomos. Y no pasa nada por saltarse algunas páginas de vez en cuando.

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