Libertad, Jonathan Franzen

No es fácil encuadrar esta novela en un género literario claro. No es una saga familiar, a pesar de estar centrada en tres generaciones de la familia Berglund e incluir narraciones muy detalladas de todos sus miembros. No es tampoco una obra de crítica social, pues los personajes sufren en la obra las consecuencias de sus propios errores. Detrás de la aparente neutralidad del narrador se esconden ataques muy concretos al partido republicano y a la funesta relación entre política y capital en los Estados Unidos. Muchos son difíciles de captar si no se conoce bien la historia contemporánea de este país.
Los protagonistas son Walter y Patty Berglund, un matrimonio muy desigual con dos hijos no menos desiguales. A lo largo de la narración, algo confusa por alternar el modo autobiográfico con la tercera persona y saltar entre distintos tiempos, somos testigos de infidelidades y luchas, de arrepentimientos y pequeñas luces de esperanza. La novela en sí se hace algo larga, especialmente los primeros capítulos, y al final predomina una visión bastante pesimista de la sociedad. Sin desmentir el mérito de la novela tengo que decir que no es mi tipo preferido de literatura.

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