Como comentó Faustino hace poco, este libro sirvió de inspiración para la película Blade Runner. La trama del libro difiere en puntos esenciales de la película, que simplifica y banaliza los aspectos más importantes como es habitual en Hollywood. En un mundo desolado y casi sin animales tras una Guerra Terminal, los hombres que no están todavía contaminados por la radioactividad viven en unas pocas ciudades y en colonias, como Marte, en donde están acompañados y asistidos por androides, que sólo pueden distinguirse de los hombres mediante un test emocional. Los hombres de la civilización superviviente pertenecen a una extraña religión, el mercerismo, que busca con elementos esotéricos y a través del sufrimiento la empatía entre los miembros de la humanidad.
Rick es un cazador de recompensas, que persigue y «retira» androides que han vuelto a la tierra en contra de las ordenanzas. Recibe una lista de androides en San Francisco y se dispone a buscarlos.
Este libro tiene todas las características de un clásico y, por lo tanto, ha merecido muchas interpretaciones a lo largo de los años. Una de las preguntas clave es definir qué distingue a un hombre de una máquina inteligente. El hecho de que la novela apareciera en 1968 no carece tampoco de importancia. Muy recomendable.