Novela con trasfondo histórico en torno a la figura de Juana de Castilla, más conocida por Juana la Loca. La autora, nicaragüense y muy conocida fuera de los países de habla hispana, escribe literatura feminista con un estilo fluido y agradable de leer.
La novela sigue dos tramas paralelas. Lucía, una adolescente que ha perdido a sus padres en un accidente de aviación, conoce a Manuel, un historiador que hace de guía ocasional en una visita al Escorial junto con sus abuelos. Manuel llama la atención de Lucía sobre la figura de Juana de Castilla, y se ofrece para relatarle la historia real, la no escrita.
En el primer encuentro se pone de manifiesto que Manuel es el último descendiente de la familia Sandoval, marqueses de Denia, que ejercieron de carceleros de Juana en Tordesillas durante sus casi 40 años de reclusión tras la muerte de Felipe.
La historia que relata Manuel y que llena la mayor parte de las páginas es distinta de la versión «oficial» y nos presenta a una Juana cuerda, apasionada, víctima de los mecanismos del poder en una época crucial de la historia de Europa. La hija de los Reyes Católicos y madre de cuatro reyes y emperadores no llegó a ejercer su poder como reina de Castilla a causa de la presión, primero de su marido, luego de su padre y por último de su hijo Carlos, acabando siendo una pobre reclusa en un castillo.
El proyecto de novela es interesante, el enfoque discutible y el final sorprendente, como para recordarnos que estamos en una novela.