El gran farol, Maria Konnikova


Maria Konnikova, nacida en Rusia, llegó a los Estados Unidos a la edad de cuatro años. Tras doctorarse en psicología comenzó a trabajar en la revista New Yorker. A la edad de 32 años dejó temporalmente este trabajo para aprender a jugar al póker, un mundo del que desconocía todo hasta ese momento. Habló de su proyecto a Erik Seidel, uno de los mejores jugadores del mundo, quien se mostró dispuesto a acompañarla durante un año. El objetivo que se autoimpuso Konnokova era tomar parte en el evento principal de la WPT. Además de una descripción desde dentro del mundo del póker de alto nivel, el libro aborda un tema de mayor relevancia: la relación y la interacción entre la suerte y la habilidad, especialmente en un juego como el póker. Una de las tesis de su mentor Seidel es que la suerte, aunque no deje de influir puntualmente, no es lo decisivo en un jugador profesional de póker. Antes bien, el jugador, en este caso su tutelada, tiene que aprender a moverse en el mundo del juego y a descubrir y utilizar sus palancas de influencia en el resultado del juego. La descripción cronológica de los avances, reales o ficticios, de Konnikova nos descubre numerosos factores que influyen en el resultado de la competición a alto nivel, desde el realismo a la hora de jugar cada mano a las señales que, inevitablemente, emitimos y emiten los demás jugadores y que deben aprovecharse para desarrollar una estrategia ganadora.
El libro está muy bien escrito, es creíble y deja un buen sabor de boca, sin provocar en el lector deseos irreprimibles de dedicarse a este juego para ganar dinero.

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