Otra entrega de la serie de relatos de novela negra con el estilo peculiar de Lorenzo Silva. Encontramos de nuevo al sargento Bevilacqua y a la cabo Chamorro, esta vez enviados a la isla de la Gomera en comisión de servicio para resolver un asesinato de dos años atrás. Al igual que todos los personajes, los dos guardias civiles están bien caracterizados y son coherentes con las demás novelas.
El paisaje de la Gomera y La Palma forma parte integrante de una narración ágil, con suficiente dosis de suspense, y con un final imprevisible hasta pocas páginas antes de la escena clave. Es decir, los ingredientes necesarios para leer con gusto la novela, en la que encontramos además la filosofía de la vida del sargento, que escribe en primera persona, o del autor de la obra. Dan ganas de leer más capítulos de esta saga, que ha aparecido hace poco como colección de 6 relatos a precio de ganga.
Es casi la que más me ha gustado de la saga del sargento Vila, probablemente por las descripciones del bosque de laurisilva y los paisajes en general; me está afectando a mí mucho esto de vivir entre vacas (entre los animalitos, no es una metáfora). Aunque «la estrategia del agua» también es muy recomendable.
Otra novela de Silva que vale la pena leer, además de las del sargento Vila y la cabo Chamorro, es «La flaqueza del bolchevique», preciosa versión de Lolita en la que Silva pone toda la carga poética en el título, que se explica en la novela: la «flaqueza del bolchevique» es la indefensión del revolucionario (un progre desencantado, en este caso) ante la belleza que entontece y no deja nada más en el mundo.