El país del agua, Graham Swift


El autor de este libro, Graham Swift, forma parte de una generación de excelentes escritores británicos nacidos en los años 40 del siglo pasado. Varias de sus novelas se han llevado al cine, por ejemplo esta, o Últimos tragos (Last orders). La historia que narra transcurre en los Fens, una zona pantanosa al norte de Londres, con sus ríos, sus canales de desagüe, sus dragas, sus inundaciones y la vida en un país sin colinas ni perspectivas: solo agua, tierra turbera y anguilas, esos misteriosos peces que van a desovar al Mar de los Sargazos y retornan a la región de la que proceden, al contrario que los salmones.
Las familias que protagonizan la novela son los Crick, ocupados desde hace varias generaciones en las esclusas y las dragas de los Fens, y los Atkinson, industriales, cerveceros y políticos locales. Un profesor de historia, que acaba de enterarse de que en su colegio va a cerrarse el departamento de su asignatura, narra en una supuesta clase a sus alumnos la historia de la revolución francesa y la de su propia familia, haciendo al mismo tiempo frente a un alumno especialmente inquieto, que dirige una especie de rebelión contra su maestro y, más tarde, contra el colegio en su totalidad.
Esta saga familiar, que ha ganado varios premios, es una reflexión en torno a los recuerdos y los conocimientos, el amor y la muerte, el carácter de los habitantes de una zona tan inhóspita como los Fens y la historia.
Cuesta un poco meterse en la narración y aguantar los cientos de páginas de esta novela, bien escrita y bien traducida, pero sin duda vale la pena.

Opiniones ajenas
El país del agua ha sido unánimemente reconocida como una de las mejores novelas de la literatura británica de las últimas décadas. Las clases del profesor de historia Tom Crick, cuya esposa acaba de raptar a un niño son muy particulares: nada de fechas, batallas o héroes, apenas el pasado del maestro y la vieja lucha de su familia contra los pantanosos Fens ingleses. A pesar de las directrices de la escuela, Crick elige contar su vida antes que dictar el tradicionalmente amable programa de la materia. Con la misma tenaz paciencia que sus antepasados utilizaron para derrotar la obstinación acuática de los movedizos Fens, el curioso docente se irá rodeando de sus más íntimos fantasmas, inseguridades, miedos y dudas. ¿Sirve para algo la Historia? ¿Por qué motivo una mujer cambia el amor de su marido por la devoción a Dios? ¿En qué momento todo empieza a ir mal? Las respuestas, quimeras que pretenderán vengar la secreta impunidad del presente, se le aparecerán embarradas, sugestivas y distantes; aún en el frío paisaje de su infancia como pistas abandonadas que esperan el regreso del culpable al lugar del crimen. (Casa del Libro)

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