Niños feroces, Lorenzo Silva

Se trata de una novela sui generis. Lázaro, un joven estudiante con ambiciones literarias, acude a un taller de escritura, desesperado por no pasar nunca de unos pocos folios en sus relatos. Su profesor y tocayo le confía para ayudarle una historia que conduce a Lázaro a episodios cruciales de la guerra civil y la guerra mundial. Así conoce la figura de Jorge, un falangista que se alistó en la División Azul para vengar la memoria de su padre, y que volvió a Alemania a seguir luchando cuando Franco decidió retornar a la neutralidad.

El modo en que el profesor relata su historia, que conoció en largas conversaciones con Jorge un cuarto de siglo antes, las pistas literarias y filmográficas que le va dando, así como los encuentros que organiza para él con protagonistas de guerras recientes alargan y dan interés añadido a un relato breve e intenso. Lázaro, que escribe en primera persona, intenta conocer la motivación de Jorge, los pensamientos e instintos de los combatientes y las secuelas que la lucha a vida o muerte dejan en los soldados, especialmente en los más jóvenes, esos niños feroces que envían como representantes los adultos que toman las decisiones políticas.

Las reflexiones finales dan un cierto tenor autobiográfico a la novela, que incluye bastante documentación histórica. Los que no conozcan la historia de las SS y de las Waffen SS encuentran suficiente información, así como también sobre los finales de la guerra y algunos interesantes protagonistas como Günter Grass, Albert Speer, Armada y Aramburu Topete.

En resumen, una novela bien escrita, que engancha y que hace pensar.

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