Todo arde, Juan Gómez-Jurado


Una novela de acción de lectura ágil, con una credibilidad bastante limitada que compensan en parte otros aspectos, como la extraordinaria figura de Mari Paz, una ex-legionaria gallega, maleada por la vida, que congenia de inmediato con la protagonista, Aura, una ex-ejecutiva de un banco quien, debido a una pérfida maniobra de su antiguo jefe, va a entrar en breve en prisión, perdiendo así la tutela de sus dos hijas gemelas.
El trío de protagonistas se completa con una ingeniera e informática, Irene o Sere, que desarrolló por encargo el software que acabó con la carrera profesional de Aura y que, aunque tiene un certificado que acredita o al menos relativiza el diagnóstico, está como una cabra. Este tercer personaje y partes de la trama aparecen bastande desdibujados, como si el autor hubiera tenido prisas para acabar.
Las tres mujeres se enfrentan a una empresa informática de alta seguridad, a un casino ilegal cerca de Madrid y a un banco que está a punto de lanzar una maniobra fraudulenta para enriquecimiento de su jefe. Los métodos que utilizan son arriesgados, y cuentan en su intento con la ayuda de cuatro lejías, es decir, ex-legionarios, a los que la sociedad y su antiguo empleador han desechado y que han encontrado un modus vivendi aceptable en un piso compartido.
Al final de la novela, que deja numerosos flecos colgando, a modo de interfaces para futuras novelas, sean secuelas o precuelas, explica el autor que el libro pertenece al Universo Reina Roja como lo llama él. En realidad, los libros pueden leerse de forma independiente, pero están de algún modo relacionados a través de sus personajes.
No cabe duda que el autor conoce su oficio, aunque pienso que ha escrito novelas mejores.

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