Nadie por delante, Lorenzo Silva

No es fácil explicar a una generación que no ha vivido nunca una guerra — y tampoco en la generación anterior — qué significa entrar en combate. En especial, qué supone estar en primera línea de fuego, sin «Nadie por delante», por citar el título de esta colección de relatos de Lorenzo Silva, centrados en una unidad de intervención del ejército español formada por profesionales muy concretos. Como cuenta Silva, estos soldados profesionales cumplían un encargo del gobierno español y se enfrentaban a combatientes e terroristas del Daesh, de los talibanes o de Al Quaeda mientras en su país nadie se interesaba por estos conflictos y mucho menos por los soldados enviados, con excepción de las familias y demás allegados.
La serie de relatos comienza con la rocambolesca recuperación del islote Perejil a un tiro de piedra de la costa marroquí y termina con el rescate o la extracción de los españoles que todavía vivían en Afganistán cuando los talibanes asumieron oficialmente el poder, así como de un gran número de afganos que habían ayudado o apoyado a las tropas internacionales durante el intento fallido de la «comunidad internacional» de afianzar una estructura democrática en un país que, así lo ha demostrado la historia, no está preparado para ello.
La novela está escrita con el estilo sobrio y reflexivo de Silva, que ya conocemos de otras obras suyas. Se lee con gusto, se aprende mucho acerca de esta realidad que nos rodea y, desde hace unos meses, nos afecta más o menos directamente, que es un conflicto armado, sea quien sea el que lo inicia y sean cuales sean sus motivos.