Las lealtades, Delphine de Vigan


Es la segunda novela que leo de esta autora, que conocí a raíz de una recomendación de «Las gratitudes». Este libro es un poco el contrapunto a la otra narración. Todo lo que Las gratitudes tiene de entrañable, humano en un sentido positivo y en cierto modo deseable, lo tiene esta otra novela de sórdido, triste, inhumano y falto de esperanza. No obstante, la novela resulta realista, capta al lector y le invita a afrontar una situación más verosímil de lo que nos gustaría.
Los dos personajes principales son Hélène, una maestra con un pasado de maltratos llevada por el afán sincero de ayudar a sus alumnos y por una buena vista por las situaciones comprometidas, y un alumno de 12 años, Théo, de una madurez precoz debido a la situación familiar insostenible, en custodia compartida entre un padre arruinado y destruido, al que de algún modo sigue queriendo, y una madre desquiciada por el divorcio, que intenta borrar en su hijo cualquier vestigio de aprecio por su padre.
Théo y su amigo Mathis, este último en menor medida, buscan alivio en el alcohol, lo que repercute claramente en su estabilidad psíquida, su rendimiento escolar y su caída paulatina en una adicción que es, al mismo tiempo, una huida de la situación en que vive Théo.
La novela está escrita con una cierta asepsia, sin ahorrar detalles pero sin intentos moralizantes. Me parece una obra excelente.

Esta entrada ha sido publicada en Novela y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta