Objetos perdidos, Sigfried Lenz

Sigfried Lenz es uno de los «grandes» de la literatura contemporánea alemana, sin duda a la altura de Grass y otros escritores con mayor popularidad mediática. Lenz lleva muchos años escribiendo novelas importantes junto a otras menos ambiciosas.
Objetos perdidos es una de las últimas, y precisamente por ello, un buen acceso a la obra de este novelista y a la literatura alemana en general.
Henry Neff es un joven de 24 años que, después de trabajar algún tiempo como revisor de ferrocarril, solicita el traslado a la oficina de objetos perdidos de la estación de Hamburgo. Con su carácter frívolo y su falta de ambición, pero también su capacidad de adaptación, su imaginación y su carácter jovial, llama primero negativamente la atención y más adelante se hace imprescindible en la oficina.
A lo largo de la novela, escrita en un lenguaje sencillo y lineal, van presentándose de forma natural otros personajes, que Lenz perfila con precisión y pocas pinceladas, no faltas de cierto «cariño». Situaciones normales del trabajo, la amistad con un profesor ruso al que conoce a raíz de la pérdida de su maleta y la familia de Henry van configurando una trama sencilla, a través de la cual van produciéndose cambios en los personajes.
Como decía Sabina en uno de su discos, «ambiciones fuertes, buscadlas en otra canción». No obstante, es uno de esos libros que dejan buen sabor de boca y que invitan a seguir leyendo al autor.

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