Ayer no más, Andrés Trapiello

La Guerra Civil está más de moda que nunca. Sobre todo entre los que no la hicieron y, en muchos casos, no la conocen, o no la comprenden. En España, la ley de la memoria histórica de 2007 ha inflado con instrumentos y con dinero la «investigación» sobre este tema. No voy a entrar en las sobadas polémicas que origina cualquier afirmación a favor o en contra de una u otra postura. Me limito a comentar este libro de Trapiello con tintes autobiográficos, que describe, a mi modo de ver con maestría, el dilema que tiene que afrontar cualquiera que intenta escribir, opinar o incluso estudiar este tema.
Pepe Pestaña, el protagonista de la novela, es un profesor universitario, hijo de un notorio falangista de León, que se ha pasado la vida escribiendo sobre la Guerra Civil y ganándose así la enquina de su padre y el resto de su familia. Al comienzo de la novela, un campesino lo reconoce en plena calle como uno de los falangistas que formaban parte de una escuadra en las primeras semanas de la guerra. Esta escuadra asesinó al padre del campesino por ser hermano de otro, al que buscaban, y el campesino simplemente quiere saber dónde lo dejaron, para enterrarlo en su pueblo. Este descubrimiento desconcierta a Pepe, presente en la breve conversación, que se siente obligado a investigar los hechos y desata de ese modo un alud de acciones, de sentimientos heridos e incluso de intereses oportunistas en implicados y no implicados.
Pepe y otros protagonistas, como sus padres, compañeros de la facultad, antiguos camaradas, etc., van narrando su punto de vista y los acontecimientos, que se aceleran y se alternan con las consideraciones de Pepe —que reproducen supuestamente la opinión de Trapiello— sobre las dificultades que encierra narrar y hablar con objetividad de este tema. Me parece una buena novela.