La muerte lenta de Luciana B., Guillermo Martínez

Novela corta pero muy densa, con un hilo policíaco y un final inesperado. No obstante, ahí acaban los puntos en común con la novela negra. El libro contiene mucho más. Desde perfiles de enloquecimiento hasta reflexiones sobre el azar y la descripción de tragedias aparentemente casuales y la posible influencia que una obra literaria pueda tener sobre la vida real.

El narrador, novelista y docente universitario, contrata temporalmente a Luciana, secretaria de un conocido escritor de novela negra, para dictarle un texto, pues tiene una mano escayolada a raíz de un accidente. De ese modo llegan a su conocimiento detalles familiares de Luciana y de Kloster, el enigmático escritor consagrado. Diez años más tarde, el narrador recibe la llamada telefónica de una desesperada Luciana y ve involucrado en una extraña sucesión de incidentes, asumiendo una postura de investigador imparcial que le hace dudar de sus conceptos acerca de la causalidad y la casualidad.

La novela se hace corta, y vale la pena releerla. Guillermo Martínez deja sin aclarar algunas de las tesis más interesantes de la narración, como si quisiera implicar al lector en las preguntas que plantea. Los modismos argentinos son fácilmente comprensibles y no resultan molestos para un lector castellano.

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