Una educación, Tara Westover


El relato autobiográfico de la niñez y los años de formación universitaria de Tara Westover es un testimonio impresionante de superación de una niña nacida en un entorno mormón y en una familia dominada por un padre fanático, o paranoico, o ambos. Tara, la menor de los 7 hijos de una familia mormona, vive en las montañas del sur de Idaho, no muy lejos de Utah y Salt Lake City, el centro mundial de esta secta protestante. Al igual que sus hermanos, no estuvo nunca en un colegio, ni la vio un médico hasta que ya era una mujer madura e independiente. Su padre Gene, obsesionado por la pureza de la fe de sus hijos, no toleraba que se relacionaran con impíos. Sus manías persecutorias, que derivan durante años en la preparación del Fin de los Tiempos con el inicio del nuevo milenio, van cambiando de denominador, pero no de intensidad. La madre de Tara, comadrona ilegal y productora de pócimas y remedios, entre naturales y milagrosos, secunda la opinión de su marido a pesar de que su conducta ha costado casi la vida a varios miembros de la familia.
El relato de Tara Westover es al mismo tiempo verosímil y aterrador. Su narración de los años de niñez incluye pensamientos y posturas que son más bien una proyección en el pasado de una reflexión posterior. Sus experiencias al entrar en contacto con personas «normales» y con el mundo académico, primero en una universidad mormoma, más tarde en Cambridge y en Harvard, abren paso a las cuestiones fundamentales que se plantea la joven universitaria. Quizá este capítulo sea el menos elaborado, al parecer porque la autora no ha asumido todavía una postura clara ante la fe mormona, o porque sigue resistiéndose a haber perdido su familia como pago por una educación.
Escrita con un estilo sencillo y lineal, se lee con agilidad y con gusto. Me parece recomendable.

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