Toda la verdad, Karen Cleveland


Las novelas de espías están de moda. Sobre todo si están escritas por antiguos espías, o analistas de alguna de las agencias de espionaje, en especial la CIA. Karen Cleveland hace uso de sus conocimientos sobre el trabajo de una analista en el departamento de Rusia de la CIA para montar una trama de alta tensión. Vivian, analista casada con Matt y madre de cuatro hijos, uno de ellos con problemas cardíacos, descubre en el marco de su trabajo algo que puede cambiar su vida y la de su familia para siempre. A partir de ahí comienza el conflicto entre el deseo de conservar su vida familiar por el bien de los hijos y su lealtad frente a la agencia y a su país.
El libro está escrito en primera persona, salvo un capítulo intercalado y el epílogo. El ritmo es ágil y se acelera con cada página que pasa. Las reflexiones y el estado de ánimo de Vivian se narran sin exageraciones, pero con gran intensidad, y se entremezclan con maestría con la vida familiar, que ha dejado de ser ordinaria, y con la actividad en torno a la agencia de espionaje más conocida del mundo. En la cubierta de la edición alemana se recogen citas, entre ellas una de John Grisham, que advierten al lector de que no podrá dejar el libro una vez que comience a leerlo. Y no les falta razón. La duración de los hechos descritos predestina a la novela para convertirse en guión de cine.

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