Amsterdam, Ian McEwan


El escritor británico Ian McEwan recibió el afamado premio Broker por este libro. Se trata de una narración valiente, una crítica despiadada de la sociedad inglesa y una exposición muy lograda del trabajo de los dos protagonistas, el compositor Clive Linley y el director del periódico El Juez, Vernon Halliday. Ambos coinciden en la incineración de Molly Lane, una antigua amante de Clive y Vernon y de un tercero, el actual ministro del Exterior de Inglaterra y candidato a primer ministro. El marido de Molly, un millonario propietario en parte del periódico de Vernon, aisló a Molly durante su enfermedad, lo que lleva a Clive y a Vernon a comprometerse mutuamente a «ayudarse a dar el paso final» cuando se acerque el momento. Poco después, el viudo presenta a Vernon fotografías que comprometen al político, y se plantea la opción de publicarlas.
Aunque se plantean cuestiones éticas, desde la publicación de las fotos hasta la cooperación con la policía como testigo en un caso criminal, todos los personajes actúan sin moral alguna, como si consideraciones de ese tipo no tuvieran validez en la sociedad actual. Una cierta «lealtad» a la difunta es el único argumento ético que se plantea durante una conversación entre Clive y Vernon. El nombre de la novela hace relación a la legislación y la práctica de la eutanasia en este país. Libro duro pero muy bien escrito. Las descripciones sobre la composición de una sinfonía con motivo del fin del milenio son, como es habitual en muchos libros de McEwan, eruditas pero al mismo tiempo interesantes.

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