El hombre de los círculos azules, Fred Vargas

En esta novela del año 1998, Fred Vargas coloca al comisario Adamsberg en la comisaría del distrito 5 de París, donde ya trabaja su compañero de fatigas Danglart. La trama de la novela, en la que se describen otros casos resueltos con intuición y soltura por Adamsberg, se centra en unos misteriosos círculos azules trazados con tiza en las calles de París y acompañados del texto «Victor, mala suerte, ¿qué haces fuera?». Cada círculo contiene un objeto curioso, desde bigudís hasta un ratón muerto. El comisario recela de las intenciones del supuesto artista postmoderno, como lo titula la prensa parisina, hasta que uno de los círculos le da la razón, pues en su centro se encuentra una mujer asesinada y degollada.
La investigación del caso, en la que intervienen de forma indirecta dos personajes muy curiosos —una oceanógrafa y un ciego—, tiene logar en el contexto acostumbrado de las novelas de esta serie, con sus comisarios y policías disfuncionales que, de algún modo, sacan la verdad a flote.
Hay quien aduce que Vargas se repite en sus novelas, que los finales son previsibles o que los casos están demasiado construidos. En realidad, esto suele pasar con muchos autores, pero a mí personalmente me encantan estos relatos.

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