La nueva entrega de la saga del comandante de la brigada criminal de París lleva su nombre. No voy a adelantar acontecimientos, pero sí a recomendar que se lea después de haber leído al menos la primera novela en torno a este policía, Irene. Un atraco en una de las famosas galerías parisinas, ese modelo elegante de los anónimos malls con olor a McDonald y KFC. Una víctima colateral acaba en el hospital después de haber sido golpeada brutalmente por uno de los atracadores. El comandante se empecina en llevar el caso por la relación que les une. Las cosas comienzan a complicarse cuando uno de los atracadores aparece por el hospital e intenta al parecer deshacerse de la testigo.
Al igual que en las otras dos novelas y la narración corta que componen esta saga, Lemaitre esboza los personajes con precisión y sin misericordia. Algunos son ya conocidos, como Louis, el policía rico y educado que secunda a Camille en todas sus acciones y Armand, el meticuloso investigador. También esta novela es difícil de aparcar una vez que se ha empezado, y el final no decepciona, a pesar de ser más gradual que en las otras. Muy recomendable.