Galardonada con el Premio Planeta en 2015. Novela muy dura y trágica, a pesar de que los diálogos y las narraciones en primera persona de los protagonistas, cada uno de ellos con su propio lenguaje, le den agilidad y un ritmo rápido.
Javier, licenciado en Literatura, pierde su puesto como profesor de refuerzo en un colegio de monjas y entra en una crisis existencial, que afecta también a su relación con su novia Sandra. Irene, hija de un empresario de éxito ya fallecido, es abandonada por su marido. Ambos intentan solucionar sus problemas y complejos de un modo poco convencional, propiciado por dos conocidos, Iván y Genoveva, que les abren los ojos a un mundo antes desconocido.
En su totalidad resulta algo repetitiva y algo larga. Las descripciones sexuales van adquiriendo más peso a medida que avanza la novela, haciendo menos creíbles a algunos de los protagonistas.