Verano en rojo, Berna González Harbour

La novela negra está de moda. González Harbour, periodista, insiste en este género en un escenario supuestamente glorioso, los tres últimos partidos de España en su camino hasta el título mundial en Sudáfrica, decorado con un tema muy candente por aquellos años: los abusos sexuales en colegios e internados religiosos y su encubrimiento por la jerarquía. A esto se suman varios escenarios bien descritos, situaciones familiares conflictivas, la crisis económica y del periodismo impreso y, aunque en menor medida, la lucha interna de la protagonista, la comisaria María Ruiz.

La novela engancha y el ritmo está bien elegido, aunque tampoco faltan discrepancias de fechas y plazos, los personajes son algo estereotípicos y no falta tampoco algo de intriga y riesgo en las páginas finales. Innegable, y refrendada en los agradecimientos al final del libro, es la crítica no diferenciada a la Iglesia y a todos sus integrantes. Comprensible quizá en relación con este tema, pero a mi gusto demasiado generalizada.

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