Domingo Villar ha publicado varias novelas policiacas ambientadas en Galicia. Sin más pretensiones, pero con todos los ingredientes de este género. Los personajes son credibles, las situaciones no resultan disparatadas, y Villar narra la trama con el toque justo de ironía.
En Ojos de agua, el inspector Leo Caldas y su ayudante, recién llegado a Galicia y todavía poco familiarizado con el estilo de conversación de etas tierras, investigan el asesinato de un músico, cometido con gran crueldad.
Las sospechas van pasando de una persona y otra hasta llegar a un final que sorprende. Agradable para pasar el rato.