El inventor de historias, Marta Rivera de la Cruz

Una novela encantadora de una escritora a la que puede aplicarse con toda propiedad el título de su libro. Al igual que en otros libros de Rivera de la Cruz, sobre todo en «Que veinte años no es nada», la autora demuestra una habilidad extraordinaria para inventar biografías, desde lineales y aparentemente sencillas hasta increíbles y apasionantes. En sus novelas las combina o, como en este caso, las convierte en el centro de la trama.

Linus Daff, un galés criado por su madre soltera en un pequeño poblado, descubre pronto su habilidad para inventar o retocar biografías a su gusto. Al morir su madre se muda a Londres y comienza a trabajar de chamarilero hasta que un hecho fortuito le hace descubrir que su rara idoneidad para el embuste puede convertirse en una fuente de ingresos. Con el tiempo abre un despacho en el que ofrece, con la discreción debida, pasados y presentes nuevos y más halagüeños a clientes en problemas. La ejecución del contrato con uno de sus clientes le lleva al continente americano en un barco mítico, y le abre una nueva etapa en la que acabará reinventándose a sí mismo.

Con tanta profusión de historias, personajes y situaciones, es comprensible que no se pueda desarrollar con profusión la personalidad de cada uno. No obstante, la novela engancha y se lee con agrado hasta un final inesperado.

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