La intrusa, Eric Faye


Esta breve novela del autor y periodista francés Eric Faye ha ganado varios premios, al igual que otras obras suyas. La narración, ambientada en Nagasaki en nuestros días, se basa en un acontecimiento real. Shimura, un meteorólogo metódico y solitario, descubre de pronto pequeñas grietas en la sólida disciplina de su vida. La falta de algunos alimentos en su nevera, y pequeñas alteraciones físicas de su casa no pueden atribuirse a su falta de memoria o a distracciones. Para solucionar el enigma recurre a una cámara web, enfocada a su cocina. Pese a esperarlo, la sorpresa le deja sin respiración cuando descubre a una mujer algo mayor que él que, con toda tranquilidad, se prepara un té y comienza a hervir arroz en su cocina.
La narración es pausada y armoniosa, como corresponde a la ambientación en Japón. La novela describe los pensamientos de Shimura y, en su parte final, una carta que la intrusa le escribe después del juicio, explicándole los motivos que la han llevado a penetrar en su domicilio.
Ambas personas, el meteorólogo y la okupa, nos resumen a lo largo de las páginas los temas que ocupan su pensamiento y la influencia que su memoria y acontecimientos pasados tienen en su actuación.
Me parece una novela muy recomendable.

Lo que opinan los demás:
«Siempre en equilibrio entre lo real y lo irreal, el autor prosigue su obra, original, aérea y de una increíble poesía.» Le Figaro
«Éric Faye es un escritor mesurado y sobrio, un observador de lo cotidiano dotado de una aguda sensibilidad que, sin recurrir a efectos espectaculares, siempre nos sorprende.» Livres Hebdo
«La escritura de Faye se caracteriza por no levantar el tono y, en esa templanza buscada, dejar oír la violencia subyacente, el dolor y, sobre todo, la melancolía.» Lire
«Faye alcanza una sobriedad y una eficacia propias de una estampa japonesa: no hay una nota, un rasgo, una sola digresión inútil. Poner en duda las evidencias, cuestionar una sociedad que abandona a algunos de sus miembros en una soledad tal que desaparecen prácticamente ante la mirada de los otros, hablar directamente al corazón con admirable maestría son las virtudes de una novela tan breve como vibrante.» Le Monde des Livres

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