La ley de la inocencia, Michael Connelly


Nueva novela protagonizada por Michael Haller, el «abogado del Lincoln». Al igual que las demás obras de este autor, nacido en 1956, la narración es impecable, con la dosis precisa de jurisprudencia y de ambientación, y un nivel elevado de intriga desde la primera hasta la última página.
Michael Haller es detenido una noche, mientras regresaba a su casa después de una celebración con colegas. El policía que lo detiene alude a la falta de matrícula trasera, e insiste en abrir el maletero. Dentro descubre el cadáver de Sam Scales, antiguo cliente de Haller. Las consecuencias no se hacen esperar: Haller es detenido e ingresa en prisión bajo sospecha de asesinato.
El resto es un compendio de jurisprudencia penal, incluyendo la actuación de la jueza, el ministerio fiscal y la defensa, la búsqueda de pruebas, la elección del jurado, la preparación de los testigos, etc. El elemento clave es el hecho conocido de que no basta con ser inocente: durante un juicio penal se trata de demostrar que el acusado es «no culpable», o de que existen dudas razonables de que lo sea.
En la investigación y, más adelante, en el juicio, intervienen Harry Bosch, hermanastro de Haller y protagonista de una serie propia de novelas del mismo autor, y Maggie McPherson, fiscal y ex-mujer de Haller, que asume el papel de co-defensora.
Una buena novela, como otras del autor, sin sorpresas desagradables en la narración.

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