Hijos de la fábula, Fernando Aramburu

Fernando Aramburu vuelve en esta novela al tema de la ETA, y lo hace con sarcasmo, con cierta dosis de humor pero con demasiadas páginas. Asier y Joseba, dos jóvenes vascos, deciden sumarse a ETA pocos meses antes de que la banda terrorista anunciara la renuncia a la lucha armada. Como parte de su preparación, ambos desaparecen de su entorno habitual y esperan instrucciones en una granja cercana a Albí, en Francia, en donde echan una mano cuidando de miles de gallinas a cambio del sustento. Pero las instrucciones no llegan y los dos aprendices de terroristas empiezan a perder la paciencia. Cuando se enteran de la renuncia a las armas, deciden actuar por su cuenta, sin darse cuenta al comienzo de lo aventurado de su empresa. A partir de ahí van acumulando derrotas y humillaciones hasta que deciden volver a Euskal Herria.
No es la primera vez que se ridiculiza el entorno de la organización terrorista, sea por escrito o en forma de película, con mayor o menor acierto. Este relato no entra en cuestiones teóricas, y se limita a narrar la historia de dos exaltados, a quienes han lavado el cerebro con proclamas baratas, y que están decididos a luchar por una quimera, incluso sin medios y sin ideas. Interesante intento, pero quizá demasiado largo.