Buena suerte, Nickolas Butler


Nickolas Butler es capaz de crear personajes de un corte determinado y, sin embargo, muy diferentes. Se trata de jóvenes de la zona rural de Estados Unidos, de estados tan desconocidos para un europeo como Idaho, Wyoming o Utah. En este caso son tres amigos, Cole, Bart y Teddy, que se conocen desde la infancia y que han creado una empresa de construcción en una ciudad de las montañas cercana a conocidas pistas de esquí. Sobreviven con encargos poco lucrativos, mientras siguen derroteros muy variados en su entorno familiar, hasta que un día reciben la oferta de acabar una casa en las montañas en un plazo irrealizable, con la promesa de una atractiva prima si lo consiguen.
La contratante, una abogada de éxito, ha elegido el lugar en donde pasó muchos veranos con sus padres, fallecidos ya tiempo atrás. A las dificultades normales de cualquier obra, sobre todo trabajando a contrarreloj, se suman los problemas personales de los tres protagonistas y su modo de responder a la enorme presión que supone acabar la casa en el plazo previsto.
La novela se lee con agilidad y con gusto, a pesar de los dramas que se ven venir a lo largo de las páginas, y que van acompañados de elementos positivos. Me ha gustado tanto como las otras novelas de Butler.

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