La violonchelista, Daniel Silva


Esta nueva entrega de la serie de Daniel Silva en torno al espía y asesino de terroristas Gabriel Allon es el primer libro que leo en el que la pandemia de Covid constituye una elemento circunstancial con influencia en la trama. El autor explica en los agradecimientos que, cuando empezó a escribir en verano de 2020, quería limitarse a crear un relato en torno al blanqueo de dinero del presidente ruso. Los acontecimientos en relación con las elecciones en Estados Unidos y la postura del anterior presidente, que culminaron en el bochornoso ataque al Capitol el 6 de enero de 2021, le hicieron cambiar de guión e incluir una estancia de Allon en la capital estadounidense el día de la toma de posesión. De ese modo aparecen en la novela numerosos personajes de la política de ese país, incluyendo figuras en la sombra como el subversivo «Q». En las últimas páginas, Silvia deja clara su opinión sobre el partido republicano y su líder. Está en su derecho.
La novela comienza con el asesinato de un antiguo oligarca y periodista ruso en su oficina en Londres, del que es testigo una galerista amiga de Gabriel Allon. Las circunstancias llevan al jefe de la Oficina a inmiscuirse en la investigación, llegando así a un personaje autodenominado Don Nadie, que entrega información confidencial sobre el desfalco del estado ruso por parte de su presidente y las estructuras creadas por sus testaferros para extraer y lavar el dinero en los países occidentales.
Como de costumbre, la novela está escrita con un ritmo trepidante, respetando los hechos históricos pero situando a sus personajes en el ojo del huracán. El amor del autor por el arte y la música se refleja en la descripción cuidada de obras de arte y piezas musicales. Al igual que en la novela anterior, Gabriel Allon empieza a hacer planes inmediatos para su retirada del peligroso mundo de los servicios secretos. Esperemos que no sea así y Silva pueda seguir escribiendo relatos sobre su espía favorito.

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