Tiempo pasado, Lee Child


Resulta increíble cómo un autor puede escribir una serie de novelas policíacas como esta. Es posible que tenga ayuda de «negros» que le ayuden en la documentación o en la redacción final. En cualquier caso, cada novela es un mundo propio, que puede leerse de forma independiente, y al mismo tiempo en armonía con otras historias en torno a Jack Reacher, el ex-policía militar grande, fuerte y feo, encarnado paradójicamente en la pantalla grande por Tom Cruise, y más adelante en la serie de Amazon por otro actor, Alan Ritchson, más conforme con la intención del autor. Tiempo pasado es nada menos que el número 39 en esta serie, que se publica a veces en un orden diferente al de la escritura.
El esquema básico es siempre el mismo: Jack Reacher está en camino por la geografía estadounidense, sin nada especial que hacer, y se ve involucrado en una trama violenta y peligrosa, de la que sale con más o menos rasguños siguiendo sus principios de policía honrado, su formación militar y su cabezonería. En la última escena se despide de los demás protagonistas, sin aceptar vínculos futuros.
En Tiempo pasado, Jack se ha propuesto cruzar en diagonal la geografía de los Estados Unidos, desde Maine hasta San Diego en California. En autostop, como siempre. Al pasar por Nuevo Hampshire encuentra un letrero con el nombre Laconia, la ciudad de la que, según sus recuerdos, procedían sus abuelos y su padre. Se pone a la búsqueda de indicios de sus antepasados mientras, en una narración paralela, una pareja de canadienses con un modelo de negocio algo ingenuo se pone en camino hacia Florida en una furgoneta destartalada, que se avería nada más llegar a un motel, en donde cuatro jóvenes dirigen un negocio turbio que, al parecer, va a poner en peligro a los futuros empresarios.
Una vez llegados a ese punto, resulta casi materialmente imposible dejar el libro de las manos hasta llegar a la última página. Las escenas son rápidas, brutales sin llegar a ser sangrientas ni morbosas, y los personajes resultan espontáneamente simpáticos o amenazadores. Ideal para leer durante un par de días sin necesidad de sobrecargar las sinapsis. Un hecho llamativo, sin embargo, es la excelente documentación de todos los relatos. Vale la pena tener Maps y Wikipedia a mano durante la lectura.

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