Primera persona del singular, Haruki Murakami


Colección de relatos breves de Haruki Murakami. A diferencia de otras recopilaciones similares de este autor, esta vez no existe un hilo conductor que abarque y enlace los cuentos, salvo quizá el carácter aparentemente autobiográfico de algunos de ellos.
Como siempre, la trama se combina con hechos inverosímiles, extranaturales o abstrusos que el autor integra con total naturalidad en su obra. Por ejemplo, el hecho de hablar con un mono amante de la música de Bruckner en un pequeño balneario de provincia, o el cambio de escenario al salir de una coctelería después de un encuentro inesperado.
Es difícil explicar el atractivo de las novelas de este escritor japonés que, probablemente, este año se quedará una vez más sin el premio Nobel. Con toda la reserva que supone leer una traducción, yo diría que contribuye a ello el tono sosegado con el que escribe, sin superlativos ni artificios para atraer, conservar o desviar la atención del lector. La lectura es siempre lineal, enlazando una frase con la siguiente y haciendo difícil interrumpir el hilo y dejar el libro a un lado.
Sus críticos aducen que los relatos están sin acabar, que no tienen un desenlace lógico, que son largos, que se entretiene en detalles irrelevantes, como la comida, o que incluye con frecuencia relatos sexuales sin morbo. Todo ello, salvo quizá lo último, forma parte del estilo particular de este escritor, al igual que su conocimiento y su afición a la música o al ejercicio de correr.
Un libro más para los aficionados a Murakami, con o sin premio Nobel.

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