Rey blanco, Juan Gómez-Jurado


Tercera entrega de la saga en torno a Antonia Scott y Jon Gutiérrez. El final de la segunda parte anunciaba una continuación, por lo que no puede sorprender que volvamos a encontrarnos con los personajes de este interesante barullo, como Sandra Fajardo, el Sr. White, el Mentor y nuestros dos héroes, la superdotada y superentrenada Antonia, con sus fantasmas o monos alborotadores en la cabeza y el vasco Jon, con sus particularidades y su fidelidad de escudero a Antonia. El «malo» White se pone en contacto con Antonia para proponerle varios retos, que pueden conducir a la muerte de su escudero Jon en caso de que no logre solucionarlos.
En paralelo a la trama actual vamos conociendo un poco el trasfondo del proyecto Reina Roja y descubrimos a la verdadera Sandra, antes de que todos los personajes vayan cumpliendo el papel que tienen destinado en la trama y lleguemos a un final espectacular en uno de los lugares más emblemáticos del Madrid moderno.
Hay que reconocer que al autor no le faltan recursos, que mueve muy bien sus fichas y que sabe combinar suspense con un lenguaje descarado en un entorno atractivo, como es el Madrid moderno.
La trilogía, junto con El paciente y La cicatriz, son una indemnización al lector que ha tenido la paciencia de leer otras obras menos logradas.

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