Cascara de nuez, Ian McEwan


La novela nos habla de un matrimonio en crisis, formado por John, un editor de poesía arruinado, pero propietario de una gran mansión y Trudy, embarazada de ocho meses. A estos se suma el hermano de John y amante de Trudy. La pareja adúltera decide deshacerse de John para quedarse con la casa. Hasta aquí una trama policíaca no excesivamente original. Pero McEwan la vitaliza y la vuelve más atractiva eligiendo como narrador… al feto en octavo mes de gestación. Desde su cubículo natural, capta sonidos y las reacciones vitales de su madre, sufre hambre con ella, se emborracha ligeramente cuando a su progenitora se le va la mano y percibe a pocos centímetros los encuentros íntimos de la incestuosa pareja.
McEwan saca el máximo jugo a la interesante perspectiva del narrador nonato y, con un sentido del humor muy británico, conduce al lector a lo largo de la planificación y realización de lo que debe ser el crimen perfecto.
Obra menor de este inteligente escritor británico, que entretiene por la pluma y originalidad del autor.

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