Las madres, Carmen Mola


La cuarta entrega de la saga La novia gitana del ya conocido trío de autores que publica bajo el seudónimo Carmen Mola recoge y sigue desarrollando los elementos característicos de la trilogía inicial. Por un lado, la Brigada de Análisis de Casos dirigida por la inspectora Elena Blanco, ahora con la baja de Chesca y la incorporación de Reyes, con sus rencillas y amoríos internos, sus fantasmas, sus anhelos y su lucha contra sus superiores. Por el otro, un delito, ligado en este caso a un tema controvertido, los vientres de alquiler, ligado en muchos casos a auténticas tratas de personas.
Como de costumbre, el inicio es un asesinato de características especiales: el hallazgo del cadáver de un hombre eviscerado, con un feto muerto colocado en su interior. Del análisis del ADN se desprende que el nonato es hijo biológico de la víctima adulta. Poco después aparece un segundo cadáver en las mismas condiciones. Todo ello plantea, además de la cuestión principal de quién es el autor de los delitos, una secundaria: ¿dónde están las madres?
La brigada se pone a trabajar, perseguida por la resaca que ha dejado en ellos la muerte de Chesca y lastrada por el anhelo de Elena de ocuparse de Mihaela, La Nena, que sobrevivió a la masacre de la tercera novela de la saga. Esta niña dificulta la relación entre Elena y Zárate. Los hallazgos realizados durante la investigación y la búsqueda del o los asesinos, así como de una misteriosa organización criminal, preparan el terreno para la quinta entrega. No faltan los tópicos, especialmente en relación con la religión y con la santería, pero son secundarios en la narración.
Mi opinión sobre estas novelas se recoge en las reseñas anteriores de las obras de Carmen Mola. La «ultraviolencia sadista» puede resultar desagradable, pero forma parte del sello literario. Los demás aspectos, como la ambientación, el ritmo de la narración, los personajes, que siguen perfilándose a medida que se avanza en la serie, y una trama prácticamente sin flecos son impecables.

La opinión de los demás:

«¿A qué suena Las madres? Un poco a Stephen King, un poco a Don Winslow y un poco a David Simon». Luis Alemany, El Mundo

Esta entrada ha sido publicada en Novela y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta