Como ya he comentado en otra reseña de este blog, Rosa Montero escribe muchos de sus libros a borbotones. Al leerlos, se tiene la impresión de que se han escrito o se ha narrado su trama de un tirón, casi sin pausas para respirar. Pero no cabe duda que detrás de cada novela existen una idea, una documentación previa y, sobre todo, mucho oficio. También en este caso, cuando escribe a cuatro manos en cooperación con otro escritor, el francés Olivier Truc.
Un vigilante nocturno del puerto de contenedores de Barcelona descubre con ayuda de su perra que hay una persona encerrada en un contenedor, por lo demás vacío. La víctima, atada de pies y de manos y con síntomas claros de maltrato, sufre de un trauma cerebral y ha perdido casi totalmente la memoria. La inspectora Anna Ripoll, de la brigada especializada en delitos de trata de mujeres, se ocupa del caso y descubre poco a poco rasgos de la personalidad y el historial de la chica, a la que llaman provisionalmente María. Dado que el contenedor estaba matriculado en Lyon, se pone en contacto con la policía local de esta ciudad francesa, que envía incluso a un inspector, Erik Zapori, que al parecer arrastra un historial conflictivo. María sufre un intento de atentado en el hospital, y el intento de protegerla en un piso secreto seguro fracasa, indicando que las ramificaciones delictivas del caso alcanzan esferas muy poderosas.
No sé exactamente cómo han escrito el libro los dos autores. Al parecer cada uno de ellos lo ha hecho en su lengua materna. Las diferencias de mentalidad y modo de trabajo entre ambos escenarios no son tan acusadas como para ponerse de manifiesto en una novela tan corta, pero el experimento parece dar buen resultado. Las alabanzas de la crítica me parecen algo exageradas, pero las recojo como de costumbre en este blog:
La opinión de los demás:
«Rosa Montero está atiborrada de talento, y cuando embraga párrafo no pone freno a su desbordada fantasía. Esta estupenda y muy sugerente escritora posee un adjetivo con hechizo y goza en el acto de escribir». Matías Antolín
«Un talento increíble y feroz. Olivier Truc le da una sacudida al género negro». Elise Lépine, Transfuge
«Quedarse hasta las tantas de la mañana es algo que ocurre con los libros de Rosa Montero». Pilar Sanabria, Más de uno (Onda Cero)