Ajuste de cuentas, Lee Child


Esta novela de la saga de Jack Reacher, la número 7, ha sido elegida para una de las series de televisión con este pintoresco ex-policía militar como protagonista. Alguien me comentó que, después de ver alguno de los episodios, decidió no seguirlo más, pues le da la impresión de que el modelo es demasiado primitivo: el bueno (Jack Reacher) se mete en todos los fregados que encuentra y soluciona la situación a base de puñetazos, patadas y balas. No le falta razón, si bien hay que decir que las novelas son algo menos banales que las películas.
Por mi parte, me gusta leer de vez en cuenta alguna de estas novelas, normalmente como intermezzo entre dos libros de más enjundia. Ajuste de cuentas, por ejemplo, lo he leído entre Orbital de Samantha Harvey y Diario de afuera de Annie Ernaux, dos obras encantadoras y todo lo contrario de Reacher. Pero dejemos los spoilers sobre el blog.
En Ajuste de cuentas se narran dos historias, separadas 10 años entre sí, con un mismo protagonista: un antiguo militar, al que Reacher creía muerto, y que aparece de repente en una calle de Boston. El instinto de investigador lleva a Reacher a seguir su pista, y se ve implicado en una operación encubierta por encargo de la DEA, que sospecha que hay tráfico de drogas entre medio.
Los saltos de tiempo entre el primer Reacher, todavía policía militar, y el segundo, el descreído autodidacta que viaja sin más equipaje que un cepillo de dientes, están bien logrados. Los personajes secundarios, también.
En resumen: acción y suspense en estado puro, con la participación de un adversario que, por primera vez, parece en condiciones de acabar con Reacher en una pelea sin armas.

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