En esta nueva novela de Víctor del Árbol nos encontramos con algunos de los protagonistas de una obra anterior del mismo autor, Nadie en esta tierra: el inspector Julián Leal, que ha salido de la cárcel por motivos de salud, enfermo terminal de cáncer, la antigua inspectora Virginia Ortiz, que ha dejado el cuerpo de policía y dirige la filial norteamericana del consorcio empresarial de su padre, y un misterioso sicario mexicano, que relata en primera persona su versión de los hechos.
El comienzo es un aparente accidente en una carretera perdida de Lanzarote. La víctima, una joven de 19 años del este de Europa, encierra más secretos de lo que parece a primera vista. El subinspector Soria, que ha llegado a la isla para pasar los últimos años hasta su jubilación, da comienzo a una investigación que, como puede constatar enseguida, va mucho más allá de lo que se descubre a primera vista.
Como es habitual en las novelas de este autor, la narración captura la atención del lector con una sucesión de hechos y recuerdos, que permiten comprender mejor los motivos que mueven a los protagonistas. Los flashbacks, tan de moda en el género negro actual, no resultan molestos, si bien esta vez pienso que Víctor exagera un poco en el uso de este recurso literario.
En cualquier caso, recomiendo al posible lector que comience con la obra de la que esta es una secuela ampliada. Sólo así podrá apreciar los giros que dan los acontecimientos y la dimensión de los personajes.
Como puede apreciarse, la novela me ha gustado.
La opinión de los demás:
«Un escritor que ama y domina el oficio como pocos en nuestro país.» César Pérez Gellida
«Las novelas de Víctor del Árbol van más allá de los códigos clásicos del thriller. Impresiona la destreza con la que maneja las idas y venidas de las distintas épocas.» Le Monde des Livres