Los últimos días de nuestros padres, Joel Dicker


Joel Dicker, nacido en Ginebra (Suiza), es uno de los escritores de moda a pesar de su juventud. Muchas de sus novelas han sido traducidas a numerosos idiomas y han alcanzado los puestos de honor en las estadísticas de ventas. Yo tengo una opinión personal sobre sus obras, positiva en general, pero con limitaciones. En concreto, sus novelas de intriga me parecen demasiado «artificiales», con una trama que juega con el lector, desorientándole a la hora de desvelar por sí mismo el enigma planteado. Esto es más llamativo en unas novelas que en otras.
Antes de llegar a la fama con La verdad sobre el caso Harry Quebert, Dicker había escrito ya dos obras: El tigre, que fue rechazada en un concurso escolar por pensar que la narración era demasiado buena para un autor tan joven, y Los últimos días de nuestros padres, que fue rechazada inicialmente por muchas editoriales, antes de lograr finalmente un premio local en Ginebra.
La trama: por iniciativa de Churchill se crea en 1940 un servicio de operaciones especiales SOE, formado por jóvenes de los países ocupados por la Alemania nazi, con el fin de combatir desde dentro la potencia militar alemana con acciones de sabotaje, propaganda negra, desinformación e incluso acciones bélicas directas, en parte en cooperación con las resistencias en estos países. La novela presenta y sigue a un grupo de franceses, reclutados en su país y enviados a Londres para su formación. Algunos personajes son memorables, como (por utilizar sus nombres de guerra) Palo, Gordo, Ñoño o Laura. Otros están menos logrados.
Con el debido respeto por el autor y la traductora, así como por muchos de los seguidores de Dicker, me parece una novela poco madura. Es cierto que está bien documentada, y que el autor se esfuerza por caracterizar a los distintos personajes, pero no acaba de convencerme. Es posible que otros piensen diferente.
Esto no significa que no vaya a seguir a este autor.

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