Castillos de cartón, Almudena Grandes


Esta novela del año 2006 es, a mi modo de ver, una expresión muy característica de la literatura de Grandes. El tema, una relación de corta duración entre tres estudiantes de Bellas Artes y artistas en ciernes, se sitúa en los años ochenta en Madrid, una época histórica muy especial, en un país que comienza a desprenderse de los años de la dictadura y que descubre nuevas sensaciones y situaciones. María José (llamada Jose), Jaime y Marcos están descubriendo nuevos mundos, además del arte: el amor, el sexo, el trabajo, las relaciones con otras personas y la independencia de los padres y de todo lo que ellos representan.
Destaca la calidad literaria de esta autora, fallecida hace pocos años. El entramado de la novela es sólido y creíble, los tres personajes principales están bien descritos, en la medida en que es posible describir el carácter de tres veinteañeros en la cumbre de la «movida» madrileña. Las disquisiciones sobre el arte son muy interesantes, tanto los pinitos de María José y sus dibujos de niños con síndrome de Down como la calidad de la pintura de Marcos, negada por él mismo una y otra vez.
Como sucede con otras novelas de Almudena Grandes, abundan las descripciones sexuales más o menos explícitas, si bien carentes de morbo. El lenguaje reproduce los usos de este tipo de personajes por aquellos años, pero puede resultar desagradable en algunos casos.
A diferencia de la mayoría de las novelas de Grandes, esta es relativamente corta, algo que redunda en un aumento de su calidad.

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