Un hombre austuto, Robertson Davies


Robertson Davies es uno de los escritores canadienses más conocidos. A pesar de haber sido escrita en 1994, poco antes de su muerte, Un hombre astuto posee muchas de las características de las grandes novelas de final del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Es posible, por ello, que no sea tan accesible al lector moderno, que comienza con frecuencia las novelas pensando en el tiempo que le llevará leerlas, planteándose con frecuencia si realmente tienen que ser tan largas, y con un dedo en el final del tomo impreso o del fichero electrónico. A esto se suma, como es frecuente, un conocimiento profundo de la literatura inglesa y norteamericana, que si bien no es necesario para seguir la trama, deja un cierto gusto de incomprensión. Dicho esto, tengo que decir que esta novela me ha gustado, sobre todo por la profundidad de los pensamientos de sus protagonistas, difícil de lograr en una obra más corta.
El protagonista es el doctor Jonathan Hullah, conocido por sus dotes de diagnosticista y sus métodos heterodoxos, que le han hecho merecer el mote de hombre astuto. Con ocasión de la muerte del padre Hobbes en Toronto durante la celebración litúrgica del Viernes Santo, un periodista se pone en contacto con Hullah, que va rememorando acontecimientos y pensamientos en torno a la parroquia y una serie de personajes pintorescos, como las Damas, una pareja lesbiana que contribuye a la vida cultural de la comunidad, o la viuda del padrino y posible hijo natural del doctor.
La religión, la filosofía, la medicina y la literatura, especialmente la poesía, son para el doctor diferentes modos de acercarse a la realidad y a la naturaleza del humano.
Probablemente lea otro libro de este autor para acabar de hacerme una idea de su obra.

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