El faro, Michael D. O’Brien


Michael D. O’Brien es un escritor canadiense con una trayectoria un tanto peculiar. Autodidacta, sin una formación académica clásica, pero con vastos conocimientos en numerosos campos. Empezó a escribir a los 46 años, después de varias décadas dedicado al arte gráfico. Se confesó ateo durante mucho tiempo, antes de convertirse al catolicismo. Sus libros reflejan este trasfondo, sin llegar al estilo apologético de un C.S. Lewis o a la genialidad de Tolkien. De todos modos, sus libros se leen con agrado y dan qué pensar.
En El faro, el autor nos presenta a Ethan McQuarry, un joven en la década de los 30 años que trabaja como guardián de un faro en una isla ficticia al norte de Nueva Escocia, Canadá. Tras una infancia compleja, Ethan comenzó a trabajar como ayudante del anterior farero, y asumió el puesto a la muerte de aquél. De carácter retraído, Ethan cumple con su trabajo de forma ejemplar y comienza a desarrollar dotes de escultor en madera. Su gran afición son los frailecillos, pequeños pájaros que anidan en la isla solitaria en donde se encuentra el faro. La novela narra sus sucesivos encuentros con personas que se acercan al faro, o incluso que recurren a su ayuda, y que lo llevan a replantearse su vida y a interpretar de un modo diferente sus recuerdos.
Excelente novela para aquellos que leen con gusto novelas con un regusto positivo, a diferencia de muchas de las novelas de éxito.

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