Nuestra parte de noche, Mariana Enríquez

Esta parábola sobre el poder y sus ansias de absoluto y de eternidad a costa de lo que sea, sin barreras ni escrúpulos, trufada con los muertos, los desaparecidos y las fosas comunes de la dictadura argentina, es una obra magistral en lo literario y una gran novela de intriga en lo inmediato, además de una gran crítica contra todo, que ya se apunta desde el principio. Y es que el ansia de poder que se desprende de la «cáscara» con la que se envuelven los personajes, una cáscara de ritos ancestrales, sangrientos, primitivos, no tiene que ven con ningún poder espiritual, sino con el poder del dinero. Y la inmortalidad que se pretende, no se pretende sino para seguir siendo los dominadores de la tierra. Todo ello envuelto en capa tras capa de morosidad en los misterios, que se van definiendo poco a poco como caminos sin retorno hacia la esclavitud, la sumisión total hacia los pertenecientes a la «casta», la élite de la que no se puede huir ni esconder cuando te reclama para alguno de sus sacrificios.
Pero, sin pretender desvelar el final, los románticos y los idealistas de este mundo no quedarán decepcionados por el último giro de guión.
Una lectura perfecta para sumergirse en otro mundo absorbente y distinto.

Acerca de Isabel

lectora de novelas, preferiblemente con argumento, aunque después de muchos años me empiezan a gustar simplemente las bien escritas. Mayorcita, me ceden el asiento en el metro cuando no me tiño el pelo, y mi hija dice que soy friki. Yo me siento joven, lo que debe de ser típico de mi edad. Y como esto no es una novela, adiós, que me enrollo.
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